15. Gavilanes en el siglo XVIII En el anterior apartado vimos cómo en el año 1703 Gavilanes, como todos los pueblos circundantes, estrena flamante jurisdicción propia; jurisdicción que fue conseguida tras mucho tiempo de esfuerzo, trabajo y largas gestiones, especialmente por las dificultades de deslinde con las villas limítrofes de Pedro Bernardo y Mijares, que quieren, y en parte consiguen, llevarse la mejor tajada del pastel. Los problemas derivados del "Pacto de la Concordia" no cesan, y a instancias de Gavilanes, que no está conforme con el reparto, se llega a un segundo acuerdo por el que la villa de Mijares cede a las aldeas de Las Torres y Gavilanes, parte de sus terrenos.
También Pedro Bernardo confirma definitivamente la cesión de la dehesa de Blasco Chico entre otros terrenos que no quedaron claros en el anterior deslinde. La última escritura de este pacto se prolonga hasta bien entrado el siglo (30 de agosto de 1744), y se da fin con el siguiente párrafo: «... dijeron que se guarda, cumpla y ejecute en todo y por todo según en esa se contiene bajo de las cláusulas, condiciones y penas que están impuestas a lo que a ello contraviniere, por ceder como ceden de lo allí acordado y de sus vecinos y por lo que ratifican de nuevo...» Y lo firman los regidores de las villas y aldeas incluidas en él. Por Gavilanes lo hace su alcalde, D. Francisco Martínez Flores, natural de la Villa de Mombeltrán. Así pues, con el pacto firmado, ratificado y con jurisdicción propia, aunque dependiendo aún de Mombeltrán, dependencia que se alarga hasta el año 1883, en el que queda disuelto el Pacto y se constituye el partido de Arenas de San Pedro, tal como lo conocemos hoy, Gavilanes comienza un nuevo caminar. Varios hechos acaecidos en este siglo son de gran importancia para nuestro pueblo. Sabemos que al comienzo del siglo se ensancha la pequeña iglesia hasta los límites actuales y se construye sobre la vieja espadaña una nueva torre dotada de campana mayor y campanil, pero el acontecimiento de mayor importancia es el despoblamiento total de Las Torres. En el archivo parroquial de nuestra iglesia existe un precioso libro de becerro escrito por el entonces párroco en el que nos narra y describe lugares, topónimos, fiestas, nombres y hechos acontecidos durante este siglo. Dice «...que en este año de gracia de 1703 sólo quedan en el lugar de Las Torres dos vecinos que se llaman Diego Estivares y Antonio López, con sus mujeres e hijos, los que venían a misa a este pueblo de Gavilanes, trasladándose a poco sus descendientes al mismo». Este hecho es de una gran importancia y fundamental para nuestro pueblo, pues al quedar despoblado Las Torres, su término queda añadido a la pequeña jurisdicción de Gavilanes, que así accede por el Sur al río Tiétar y las fértiles vegas del valle. En el año 1727, según el Libro de Becerro, se levanta el portal de la iglesia con techo de madera labrada y soportal de dos columnas, de granito. Se crea nuevo cementerio al este de la iglesia, en un huerto de olivos (siete en total). Y la verdad es que durante este siglo nuestros abuelos debieron sufrir un repentino ataque de locura por construir..., porque sólo hay que darse una vuelta por el centro del casco viejo de Gavilanes para ver que en todos y cada uno de los dinteles de las casas está grabado sobre el granito «se fizo año 1.7...... y pico». En fin, yo me pregunto: Si durante esta centuria todos nuestros antepasados hicieron sus casas, ¿dónde demonios habitaban antes...? |
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